jueves, 6 de octubre de 2011
Semblanza de Edmundo Gurza
Hace falta una buena historia política de La Laguna durante el siglo XX. Sobre todo, una historia que rompa con los lineales esquemas sexenales. Más que una cronológica, es necesario hacer una historiografía que explique cambios y permanencias, rupturas y periferias de la política lagunera. ¿Qué significó hacer política hace 30, 50 o 70 años? ¿Cuáles fueron las rupturas y sobre todo, las continuidades? ¿Qué partidos había y cuáles eran las reglas del juego? ¿Cómo explicar la sobrevivencia de las minorías políticas en un entorno autoritario?
Sé que en el PRI, Salvador Hernández Vélez ha impulsado una investigación para rescatar y escribir la historia del partido en Torreón. Hace algunos años, por cuestiones profesionales y académicas emprendí una historia política regional. Tomé como referencia al PAN, fundado en Torreón en agosto de 1939. De alguna manera, esa historia fue una lectura del poder desde la oposición. Sobra decir, “en tiempos de autoritarismo”. Pero muy diferente ahora, que el poder transformó hasta la crisis e incluso el desprestigio, al otrora partido de oposición.
Comento todo esto, porque el pasado 30 de septiembre se cumplió el décimo aniversario luctuoso del Ing. Edmundo Gurza. Nació en Torreón en 1928 y su biografía política es relevante para comprender desde la mirada regional, la lenta historia de la transición política en México. Esa que permitió mudar sin violencia, de un sistema hegemónico a uno democrático. No es casual que su ingreso al PAN fuera en 1961.
Gurza perteneció a una generación política intermedia en Acción Nacional. Los fundadores, como el Dr. Salvador de Lara y el Profesor Reyes Villa no accedieron nunca al poder. Luego vino la generación intermedia que los sucedió en el relevo: Edmundo Gurza, Juan Antonio García Villa (también con ingreso en 1961) y Jorge Zermeño (que ingresó en 1968). Desde luego no son los únicos, pero hablo de los más representativos. Finalmente, vino la generación que llegó al poder en la década de 1990.
Don Edmundo hizo política en una época en la que ser oposición fue heroico. No sólo por las carencias del partido, sino por la represión bajo el régimen autoritario. Había que tener valentía y entereza. A esa generación intermedia le llevó casi dos décadas llegar al poder. Aunque probablemente Gurza fue el ganador de aquellos reñidísimos comicios municipales para elegir alcalde de Torreón en 1978, donde el PRI se alzó, gracias a la mayoría absoluta en el Congreso, con ¡642 votos!
Hago una pausa. Difícil no hacerla, aunque inútil desde la historia: ¿Qué habría pasado si se hubiera reconocido el triunfo del PAN entonces? No lo sabemos en realidad, pero seguro se habría acelerado la competencia y la alternancia política 18 años antes de que el PAN ganara la alcaldía de Torreón en 1996.
Desde el presente hacer política y crítica parece fácil porque vivimos en un entorno democrático. La biografía política de don Edmundo echa luz sobre la difícil y paciente tarea del cambio político. En pocas palabras: el grano de arena que él contribuyó a la democracia mexicana.
2 de octubre 2011
Milenio http://impreso.milenio.com/node/9036410