jueves, 12 de enero de 2012

La Estela de Luz y el Baluarte

¿Para qué sirve el gobierno? La pregunte no es una preocupación académica, ni tampoco una disquisición teórica. De ahí que cotidianamente los ciudadanos palpen para bien o para mal a su gobierno. El sentido del mismo está en función de su utilidad pública. Entonces hablamos de legitimidad.

Hace unos días el gobierno de Felipe Calderón inauguró dos grandes obras, por su dimensión ambas figuran como emblemas. Me refiero a la polémica “Estela de luz” en el ombligo del país (no podía ser de otra manera), y el puente Baluarte en el Estado de Durango. La primera se proyectó para festejar el bicentenario de la Independencia. Las críticas a esa obra fueron innumerables, tanto que el día de la inauguración, también se presentaron algunos grupos para protestar. La obra fue renombraron como un monumento a la corrupción. Y de hecho, su breve historia así lo acusa. El costo de la Estela se proyectó inicialmente en unos 400 millones, pero terminó por costar mil 35 millones de pesos. ¡Nada más! 

No estoy en contra de los monumentos, pero ¿teníamos que pagar tanto? Algunos incluso, compararon nuestro momento con aquél del porfiriato, cuando se inauguró la famosa Victoria alada, mejor conocida como Ángel de la Independencia. En pleno festejo el régimen se derrumbó. Desde luego hoy no estamos en esas circunstancias, pero la Estela parece una ironía de nuestros tiempos. Un auténtico desperdicio.

En la sierra de Durango se inauguró un prodigio de la ingeniería, una obra monumental. El puente Baluarte tuvo un costo de 2 mil 180 millones de pesos, un poco más del doble de la Estela. Mientras el primero tendrá un impacto económico en los estados de Durango y Sinaloa, el segundo queda en calidad de un lujoso adorno. Con sorna, ayer los tuiteros buscaron un uso para la Estela.

Las comparaciones son odiosas, pero en México no estamos sobrados, y sin embargo gastamos como los países ricos (y eso que no hablamos de elecciones). Vuelvo a la pregunta: ¿Para qué sirve un gobierno que invierte dos mil, pero despilfarra mil? 


11 de enero 2012
Milenio http://impreso.milenio.com/node/9092862