viernes, 31 de agosto de 2012

No sólo a balazos

Acta de cabildo, 1917. Fuente: AMT

En diciembre de 1916, Pancho Villa ingresó nuevamente a Torreón. En esa ocasión no venía con un ejército multitudinario para enfrentarse contra el gobierno, simplemente llegó para “saquear” la ciudad. En la toma express, quemó la mayor parte de los archivos de gobierno local. De esa manera se perdió el archivo del ayuntamiento, que se había constituido como tal en 1893. Al siguiente año, el Cabildo dejó su testimonio en una de las actas, donde dio cuenta de las “hordas vandálicas” que destruyeron los archivos. Todavía hoy, en los archivos del municipio, sobreviven algunos papeles y libros con huellas de aquella irrupción violenta. No había copia de los archivos, ni tampoco un mejor resguardo para la preservación de los papeles oficiales. Así se perdieron los libros de cabildo entre 1893 y 1916. Con ello también se perdió una fuente invaluable para conocer la historia de los primeros años del municipio de Torreón.

En febrero de 2011 se anunció el arranque del proyecto denominado Monitor del Cabildo para el ayuntamiento de Torreón. Fue gracias a la apertura del alcalde Eduardo Olmos, que se aprobó el desarrollo y la aplicación del Monitor. Por entonces me di a la tarea de diseñar el proyecto y conceptualizar los principales puntos para ampliar la transparencia a la mayor autoridad del municipio: el Cabildo. Tradicionalmente la recientísima historia de la transparencia en México había insistido en abrir archivos, publicar información en internet y abrir mecanismos a los ciudadanos para solicitar información. Pero en el centro de los gobierno locales, se habían dejado de lado los cabildos. Entonces la carencia llevó a la innovación. En los siguientes meses trabajé en coordinación con los regidores y síndicos, la Secretaría del Ayuntamiento y la Dirección de Informática para desarrollar el Monitor.

La propuesta despertó mucha expectativa, y desde luego no faltaron también las críticas. El proyecto exigió paciencia, constancia, y confieso que en ocasiones hubo momentos difíciles (algunos técnicos, otros administrativos). Finalmente el Monitor se abrió en noviembre de 2011, lo que sentó un precedente en la transparencia gubernamental del país. A través de Monitor los ciudadanos pueden acceder literalmente al cajón de los regidores. No sólo quedan los documentos oficiales, sino que el ciudadano accede a una base documental que le permite conocer y evaluar el trabajo de los regidores y el Cabildo en general. Quien lo desee puede hacer clasificaciones como: la comisión más productiva, el regidor más faltista o incluso conocer cómo se gastan los dineros públicos. 

Ahí están los documentos abiertos para quien busque involucrarse en la corresponsabilidad de la vida pública. Más aún: el acceso virtual nos permite salvaguardar los archivos de un siniestro o un Villa contemporáneo.

Desde su apertura el Monitor ha funcionado de manera regular e incluso ha mejorado palpablemente el proceso de gestión administrativa al interior de la Secretaría del Ayuntamiento. Durante estos meses no podía escribir sobre la aportación del Monitor. Tampoco era el indicado. Ahora el tiempo y el reconocimiento lo permite. El pasado 19 de agosto, el Monitor del Cabildo ganó el segundo lugar en la categoría municipal del Premio a la innovación en transparencia para la mejora de la gestión institucional. Entre 101 proyectos, sólo ganaron 14, entre ellos destaca la experiencia creada en Torreón. El jurado que calificó al Monitor refiere a los principales expertos de la transparencia y gobierno en el país: Eduardo Bohórquez, de Transparencia Mexicana; Sergio López Ayllón del CIDE; Edna Jaime, de México Evalúa; Ricardo Uvalle del INAP; Diego Antoni Loaeza, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo; el politólogo Alfonso Zárate; el periodista Gabriel Guerra Castellanos; entre otros.

El premio al Monitor también es buen motivo para reconocer que no todo en Torreón son noticias negativas o lamentables hechos de violencia. Hay talento y capacidad en la ciudad, pero es necesario canalizarlo adecuadamente, fijar agendas comunes y asumir compromisos. Porque más que decir, hay que hacer.

Durante el anuncio del premio, el pasado martes 21, el alcalde de Torreón se comprometió a institucionalizar el Monitor a través de la reforma al reglamento interior. Entonces sí, la aportación a la transparencia no será buena voluntad, sino institución. ¡Enhorabuena!

26 de agosto 2012
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9156998