domingo, 23 de junio de 2013

Clasemedieros

Ya en el libro Clasemediero (2010), los dos Luises, de la Calle y Rubio, habían advertido que en los últimos años México cambió a un país de clase de media, aunque también señalan que todavía nos falta desarrollo. En la mayoría de los estudios sociales se resalta la pobreza, pero poco a poco se reconoce más a la otra cara de la moneda: los clasemedieros. El punto viene al caso por el estudio más reciente del INEGI sobre las clases medias. De acuerdo a las mediciones, la clase media aumentó en el país. Entre el año 2000 y 2010 ese segmento pasó de 38.4 por ciento a 42.4 de los hogares en el país, es decir, 39 por ciento de la población.  A pesar de que en México predomina la pobreza, 44 millones de mexicanos está en un nivel medio. ¿No es hora de contar y hacer otra historia?
Fuente: Inegi, 2013

En la primera década del siglo XXI las clases medias crecieron casi 4 por ciento. El punto de comparación se observa en el periodo diez años. Con base a la robusta encuesta nacional de ingresos y gastos de los hogares (ENIGH), el INEGI nos ofrece una puntual radiografía del mexicano clasemediero: le gusta salir a restaurantes y gasta alrededor de 4 mil 400 pesos al trimestre en consumir alimentos y bebidas. Cuenta con tarjeta de crédito y abona en promedio mil 660 pesos. Está integrado al mercado laboral formal y trabaja en su mayoría en el sector privado. Su estado civil es casado y conforma un hogar nuclear de cuatro personas. La educación cuenta para este segmento emergente. Estudió principalmente en escuelas públicas y su educación es media superior. Igualmente sus hijos se benefician de la educación pública. Recurre más a créditos de interés social o ayudas familiares para adquirir su vivienda, en vez de ir a la banca comercial. A grosso modo, el mexicano de clase media.

Fuente: Inegi, 2013


Pienso que nos hemos empeñado más en un país de pobres, y en efecto, la mayoría de los mexicanos, 52 millones, está en algún grado de pobreza. Pero la otra mitad de la historia la hacen las clases medias. Mal haríamos en no reconocer el cambio de la última década. ¿Qué falta más? Por supuesto. ¿Qué necesitamos elevar el nivel de bienestar? Sin duda. Pero no ver esos avances, es no advertir que en las próximas décadas México puede dar el paso para tener una línea menor de 50 por ciento de su población en pobreza, y en consecuencia, una clase media mayor que supere ese mismo porcentaje. Domina sí, una visión negativa que suele descalificar esos avances, no obstante los cambios.

A todo esto, regresé al librero por un clásico de la antigüedad que todavía se lee con provecho: La política de Aristóteles. En especial releí el capítulo donde el filósofo hace el elogio de las clases medias como el mejor punto de equilibro para una república. Es su “verdadera base” no dice. Retomo un fragmento: “Es evidente que la asociación política es sobre todo la mejor cuando la forman ciudadanos de regular fortuna. Los Estados bien administrados son aquellos en que la clase media es más numerosa y más poderosa que las otras dos reunidas [alta y baja]”.

Hay mucho en nuestra condición de pobreza que lastima, pero también hay un emergente sector que construye otro México más próspero y educado, más exigente con sus gobernantes y más creyente de su futuro. Sin duda ahí se está gestado otro país.

21 de junio 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9184131