domingo, 23 de junio de 2013

Torreón, la política y el dinero

Vale recordarlo, porque fácilmente se olvida: en la administración pública los problemas son innumerables y los recursos escasos. Es un axioma que no deben ni pueden olvidar los políticos profesionales. Dicho de otro modo, no hay dinero que alcance. Por lo mismo, el éxito en la política está en mediar entre lo posible y lo deseable. Durante las campañas se sueña, se promete, se expresan muchos deseos y grandes proyectos con tal de ganar el voto. Pero después de las campañas, el ganador tiene que lidiar con la realidad y administrar los problemas. El principal: los recursos son limitados para atender las demandas. Entonces, las palabras planeación y eficacia cobran sentido. Aunque otros, asumen la feliz mediocridad; “ahí que nos lleve la corriente”. En la política se dicen muchas cosas, pero son los recursos lo que hacen posible su aplicación. Muchas son deseables para Torreón, pero ¿cuántas son posibles? Vamos a las campañas.

Me gustó la propuesta de Miguel Ángel Riquelme, candidato del PRI. Es la más extensa y detallada por ejes y temáticas. Su oferta política es más un plan de gobierno donde se enuncian un buen número de acciones, obras, compromisos. Desde pavimentación, ¡modernizar todo el alumbrado! Hacer dos unidades deportivas, más policías que los actuales, otro plan del centro histórico, una escuela de oficios, un metrobús, un museo espectacular (¿?), un añorado instituto municipal de planeación y muchas propuestas más. Hagamos una pausa. ¿De dónde va a salir el dinero? Más aún: ¿cuál es el estado de la finanzas públicas? ¿habrá dinero que alcance si antes no se lo come el gasto corriente?

En el extremo opuesto a la propuesta de Riquelme, está la de Jesús de León del PAN, tanto por orden como extensión. Sin embargo, el candidato del PAN incorporó números a la propuesta: 1700 millones de inversión para los próximos cuatros años. 500 a seguridad pública y prevención del delito. 200 para fomento económico. 500 para agua y 500 más para servicios públicos. ¿Alcanza tanto el presupuesto? Independientemente del candidato que gane, el que llegue tendrá que vérselas primero con la inercia de las finanzas municipales. No sólo lo que se tiene y se debe (en el corto y largo plazo), sino el costo que implicará atender los servicios públicos desatendidos durante varios años. La errática inversión pública resulta en el largo plazo más costosa por lo que dejó de hacer. Qué bueno que en varios foros y dos debates, tanto de León como Riquelme discutieron frente a frente el asunto de los dineros. 

Aunque no es popular hablar de cifras y presupuestos, el punto es primordial si en los próximos años buscan concretar las propuestas. Repito la pregunta: ¿De dónde va a salir todo ese dinero? Quizá habría que empezar por lo elemental: cómo estamos y cuánto se puede invertir. Para los próximos cuatros años, el que llegue tendrá que dedicarse el primer año nada más a ordenar las fianzas y la administración. ¡No es poca cosa! Les planteo a ambos un indicador muy sencillo. Lograr que en los próximos cuatro años se destinen más recursos a inversión pública que a servicios personales. Si se quieren hacer tantas obras para la ciudad, nos urge meter a dieta al gobierno. No pido un sin número de deseos para Torreón. Modestamente prefiero lo que sí es posible. Tal vez hasta tengamos una mejor ciudad.

23 de junio 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9184279