domingo, 23 de junio de 2013

Lo que ELLA quiere

Con frecuencia, la visión de unos se suele confundir con la de todos. Pero lo que vemos no es necesariamente lo que todos ven. Creemos, suponemos: un error muy frecuente entre los noveles de la política. Que en La Laguna tengamos algunos grupos a favor de la conformación de un nuevo Estado, no significa en automático que el punto sea, el punto de la mayoría de los laguneros. Hace uno días, mi estimado compañero del periódico Milenio, Eduardo Holguín, respondió a mi texto, “Preguntas para Ella” (2 de junio, 2012).

El primer punto de la crítica de Holguín se refiere a la relevancia de juntar 500 mil firmas, para “mostrarle a los legisladores y a las autoridades del país que queremos ser nosotros mismos los forjadores del buen futuro de la región”. Pero incluso, aunque juntemos 1 millón de firmas en apoyo a la creación del Estado de La Laguna (Ella), la irrelevancia sería la misma. Seguramente esas miles de firmas llamen la atención y hagan ruido de vez en cuando en los medios nacionales, pero institucionalmente no hay en nuestro sistema político validez para esas firmas. Podemos juntarlas a favor o en contra de una causa, nada lo impide, sin embargo, ante la ausencia de mecanismos de democracia directa, sencillamente esas firmas son irrelevantes. Referéndum y plebiscito no existen en nuestra constitución. Por eso, al archiconocido periodista, Pedro Ferriz de Con, lo mandaron “por un tubo” con su iniciativa de eliminar a los diputados plurinominales. El periodista de Grupo Imagen juntó 4 millones de firmas. Por entonces, el presidente de la Cámara de diputados, Carlos Ramírez Marín, declaró: “Los diputados, sin lugar a dudas, la tomarán en cuenta”. Tan la tomaron en cuenta, que mejor la mandaron a la basura. En otras democracias, con mucho menos firmas, hasta pueden correr a sus legisladores. No es nuestro caso para incidir en el gobierno.

Pero vamos a suponer que dentro de unos años, los laguneros que tanto desean un Estado, quedamos de acuerdo para anular el voto en las elecciones de gobernador. Un voto en blanco generalizado sería un claro rechazo a las capitales de Durango y Coahuila. En 2010, votaron en las elecciones locales, 107 mil ciudadanos en Gómez Palacio, y 45 mil en Lerdo. En 2009, 43 mil ciudadanos votaron en Matamoros, y 232 mil en Torreón. En suma 427 mil votos que podrían ser anulados para mandar una contundente señal política. Para decidir sobre el futuro de la región no necesitamos 500 mil firmas, ni tampoco un Estado. Tampoco pienso que “es la primera vez que La Laguna está de acuerdo en algo”, como se afirmó en la entrevista con Ferriz de Con. Mucho antes de pretender un Estado, los laguneros hicieron grandes empresas comunes para beneficio de la región. No necesitaron firmas para hacer un puente, o una carretera para unir Lerdo, Gómez Palacio y Torreón. Sencillamente lo hicieron. Independientemente de Ella, no tengo duda de que pequeñas acciones en común entre los laguneros, podría hacer una mejor región. Y conste que no hablo de un Estado.

7 de junio 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9182808