viernes, 30 de junio de 2023

Lecciones de Colombia

 



Conocimos la paz hasta que tuvimos guerra. Ahora valoramos la seguridad como un estado fundamental de la nación. Lo entendimos a la mala y después de tantos años es difícil asimilar lo que pasó. Sin embargo, una vez abierta la puerta de la violencia en 2006, cuando un presidente urgido de legitimad llamó a la "guerra contra el narco", todavía continuamos en esa terrible inercia. Sabemos cuando inició; no cuándo va a terminar. Han pasado 17 años y seguimos en el laberinto. Para el caso, no es necesario repetir las macabra estadística que se cuentan por cientos de miles de homicidios y otros tantos de desaparecidos. En México, tenemos experiencias regionales exitosas para restablecer la seguridad, pero igualmente ayuda conocer las lecciones de Colombia. Es cierto, los conflictos no son los mismos, y sin embargo, tienen manifestaciones similares. Hay que conocer las alternativas colombianas a la profunda crisis de violencia, tras 60 años de guerra.

La dura experiencia del país latinoamericano, partió en años recientes, desde un principio esencial: Hay futuro si hay verdad. Bajo ese valor, impulsaron en 2017, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición. De esa manera, llamaron a un gran acuerdo social para la paz. Entre las partes reunidas, no sólo están las víctimas, sino también, los victimarios. En unos y otros, el rostro de las personas como responsabilidad, según lo expresó el filósofo Emmanuel Levinas.

Tras años de complejas negociaciones, entre el Gobierno nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, se logró un acuerdo en La Habana, Cuba, para terminar con seis décadas de guerra. El 24 de agosto de 2016, Colombia hizo historia. El compromiso se ratificó en Cartagena bajo el nombre: Acuerdo Final para la Construcción de una Paz Estable y Duradera. El compromiso de las guerrillas fue entregar todas sus armas a la ONU, no cometer secuestro, extorsión ni reclutamiento de menores, romper sus vínculos con el narcotráfico y detener los ataques a la Fuerza Pública y a la población. Asimismo acordaron colaborar para esclarecer las violaciones cometidas a la población civil.

En el 2022, el presidente de la Comisión, Francisco de Roux, entregó el extenso y necesario informe. Lejos de la negación o el ocultamiento, el informe ilumina los años más oscuros en la historia colombiana. Su propuesta es conocer desde la verdad dura e incómoda, un realidad brutal que rompió a la sociedad. De Roux fue un actor clave y de primer orden en el acuerdo de paz. Sacerdote jesuita, filósofo y economista, también es conocido como "Pacho". Durante la presentación del informe cuestionó:

"Cómo nos atrevimos a dejar que pasara y cómo nos podemos atrever a permitir que continúe pasando".

A través de 24 tomos y más de 8 mil páginas, el informe da las claves para la construcción de una paz, si se quiere imperfecta, pero paz.

El informe abre con el siguiente llamado: "Traemos un mensaje de esperanza y futuro para nuestra nación vulnerada y rota. Verdades incómodas que desafían nuestra dignidad, un mensaje para todas y todos como seres humanos, más allá de las opciones políticas o ideológicas, de las culturas y las creencias religiosas, de las etnias y del género. Traemos una palabra que viene de escuchar y sentir a las víctimas en gran parte del territorio colombiano y en el exilio; de oír a quienes luchan por mantener la memoria y se resisten al negacionismo, y a quienes han aceptado responsabilidades éticas, políticas y penales. Un mensaje de la verdad para detener la tragedia intolerable de un conflicto en el que el ochenta por ciento de las víctimas han sido civiles no combatientes. Una invitación a superar el olvido, el miedo y el odio a muerte que se ciernen sobre Colombia por causa del conflicto armado interno. Estamos convencidos de que hay un futuro para construir juntos en medio de nuestras legítimas diferencias. No podemos aceptar la alternativa de seguir acumulando vidas despedazadas, desaparecidas, excluidas y exiliadas. No podemos seguir en el conflicto armado que se transforma todos los días y nos devora. No podemos postergar, como ya hicimos después de millones de víctimas, el día en que la paz sea un deber y un derecho de obligatorio" (Informe, Convocatoria a la Paz Grande, 2022).

Entre tanto, es significativo que a propuesta del rector de la Universidad Iberoamericana Torreón, Juan Luis Hernández Avendaño, el jesuita Francisco de Roux recibió el pasado 20 de junio, por parte del Sistema Universitario Jesuita, el Doctorado Honoris Causa. Sin duda, el ejemplo de Roux y la experiencia colombiana, son luz de esperanza para México.

El Siglo
27 de junio 2023

viernes, 16 de junio de 2023

El PAN y las lentejas

 




Se aliaron por un plato de lentejas. Así acaba el Partido Acción Nacional, tras décadas de sacrificios, avances y aportes a la democracia mexicana. Durante la segunda mitad del siglo XX, el PAN fue un partido de oposición con gran prestigio. Los fundaron hombres notables e íntegros en 1939, a fin de construir una vía institucional para trascender el vaivén de las elecciones. Desde su arranque, se ganaron a pulso y valentía, el lugar de oposición al régimen en un contexto autoritario. Eran los tiempos de la dictadura de partido único, con todo lo que significa esa palabra: represión, violencia, hegemonía brutal. Octavio Paz, definió al partido en el poder, como el Ogro filantrópico. En consecuencia, el régimen autoritario utilizó todo tipo de recursos y artilugios antidemocráticos para mantenerse arriba, hasta que pasaron setenta años.

Sin posibilidades de ganar, los panistas fueron minoría por muchos años. Luego ganaron una diputación aquí, un municipio acá, pero no más. Sin embargo, el PAN se mantuvo con aplomo y llegado el momento, hizo aportaciones relevantes a la democracia en México. La credencial de elector y un instituto electoral autónomo, son algunos ejemplos vigentes.

Con el apoyo de los ciudadanos, llegaron a la presidencia en el año 2000, no obstante, de carecer de estructura. De esa manera, canalizaron el voto antipriista. Vicente Fox fue el mejor candidato y el peor presidente. Frívolo, desperdició la gran legitimidad de su gobierno y dejó intacto el antiguo régimen. En el 2006 mantuvieron la presidencia bajo una elección polémica y sumamente cuestionada. La diferencia de votos consistió en 0.56 por ciento. Lo que siguió con Felipe Calderón, fue la guerra contra el narco y la violencia sin fin que todavía lastima al país. Genaro García Luna es el símbolo de esos infames años.

Hace tiempo que el PAN anuló la tradición. Sus actuales líderes son todo lo contrario a los valores que fundaron el partido. Pienso en la inteligente visión y paciente brega de eternidad de Manuel Gómez Morin; en el humanismo cristiano de Efraín González Luna, abogado de prestigio y hombre intachable; la capacidad argumentativa de Rafael Preciado Hernández; la agudeza de Adolfo Christlieb Ibarrola; la dignidad de José Ángel Conchello; la entereza de don Luis H. Álvarez y la inteligencia crítica de Carlos Castillo Peraza.

El 22 de diciembre de 2020, el PAN firmó su degradación al conformar la alianza con el PRI y las sobras del PRD. No sólo perdió la poca credibilidad que tenía, sino se alió con su opresor histórico. De esa manera, el PAN quedó destruido por sus principales líderes, quienes están muy por debajo de las circunstancias. Rebasados, navegan sin brújula en un Titanic llamado Alianza. Su hundimiento los espera en 2024.

En las recientes elecciones de gobernador en el Estado México, el PAN, sólo obtuvo el 11.2 por ciento de los votos. En Coahuila, terminaron en cuarto lugar, con 6.8 por ciento, es decir, raquíticos 89 mil 243 votos. ¡Una estafa para el PRI! Lo cual ya es mucho decir. Toda esta debacle del PAN, me recordó la historia de Esaú, quien vendió su primogenitura y herencia, por un plato de lentejas a Jacob. Es decir, por el hambre momentánea, se perdió para siempre. Era preferible asumir con dignidad algunas derrotas y regresar con integridad de cara a los ciudadanos. Con la alianza, el PAN entró en un precipitado proceso de perredización. En la política, ya lo dijo el florentino, hoy estás arriba, y mañana abajo. Sin embargo, se aliaron con el PRI, pulverizando su identidad, y sobre todo, la legitimidad que ganaron con las luchas históricas. Los panistas de la vieja guardia fueron sumamente valientes, aguantaron las vejaciones y la violencia del régimen contra sus militantes. En aquellos años, distribuir propaganda del PAN, te podía llevar a la cárcel. Criticar al gobierno era motivo de persecución y hasta desaparición. Por otro lado, la generación que le tocó cosechar importantes triunfos electorales, hizo concertaciones con el gobierno sin perder su valor. Diego Fernández de Ceballos y Carlos Castillo, ganaron el poder, pero no perdieron el partido. Esa etapa se caracterizó por un pragmatismo que hizo coalición con el gobierno y conservó su marca.

En contraste, Movimiento Ciudadano está destinado a tomar el lugar el PAN. Tienen propuestas interesantes en el Senado y en la Cámara de Diputados. Su discurso no es estridente. Gobiernan estados relevantes como Jalisco y Nuevo León. Pese al canto de las sirenas de la Alianza, se mantuvieron firmes. Para el 2024 es factible que desplacen al panismo al tercer lugar.

El PAN carece de liderazgos honestos e inteligentes. Están destinados a una irrelevante minoría. Su paupérrima narrativa se limita a criticar al presidente y decir que todo está mal. En esas condiciones, el político que mejor representa los valores y principios de la Alianza, es Alito Moreno, sin duda, sería el mejor candidato, por su gran "experiencia" y "habilidad". Todo por un plato de lentejas.

El Siglo, 13 de junio 2023

miércoles, 7 de junio de 2023

Kissinger

 


La política es un pacto con el diablo, y el diablo se llama Henry Kissinger. Político de largo aliento, asesor de altísimo nivel, artífice de política internacional, mediador, belicista y prolífico autor. Su legado marcó la segunda mitad del siglo XX y sus palabras todavía se escuchan en la actualidad. El pasado 27 de mayo, cumplió cien años. A la distancia, su influencia desde el poder y detrás del poder, lo convirtieron en una leyenda con rasgos brillantes y también siniestros. Icono de la política mundial, acercó en una misión secreta a Estados Unidos con China en 1971, a fin contraponer el poderío de la Unión Soviética. ¿Algún parecido con la actualidad?

Para 1973, fue mediador del conflicto entre Israel y Egipto, tras la guerra del Yom Kippur. A partir de su posición, lo mismo incitó la guerra que la paz. De esa manera, cuando la campaña de Estados Unidos contra Vietnam, se convirtió en fracaso insostenible, operó el proceso de pacificación. La historia se repitió en Irak y Afganistán.

El político de origen alemán (nació en 1923), nacionalizado estadounidense, recibió el premio Nobel de la Paz junto al diplomático vietnamita Le Duc Tho. Tan cuestionado el premio, que mejor no fue a recibirlo. Así de absurda es la política donde el poder es desmedido. Dicho de otra manera, la gran institución sueca, reconoció al promotor de guerras, masacres y golpes de estado.

Asesor de Seguridad Nacional de Richard Nixon y después, Secretario de Estado, promovió intervenciones en Latinoamérica, en particular, apoyó la dictadura de Augusto Pinochet en Chile. Por cierto, los documentos de esas decisiones, son públicos. El polemista hasta la médula, Christopher Hitchens, acusó a Kissinger de ser criminal de guerra, que debía ser juzgado como Pinochet o Slobodan Milosevic. Si bien, hubo varios intentos por llamarlo a cuentas en diferentes cortes, quedó intocado.

Pero los políticos de estado se mueven en ámbitos oscuros. Maquiavelo vio con claridad que los hombres públicos no tienen la moral de los hombres privados. Para bien y para mal, el politólogo, marcó una larga época. Kissinger es idolatrado lo mismo por republicanos o demócratas. En Estados Unidos, esa diferencia es un decir, porque la política exterior conserva la misma línea, aunque ahora está mermada por el poderío chino. Al respecto, el polémico político dedicó un denso libro escrito en primera persona, para comprender la historia de China y su relación diplomática con Estados Unidos. Con toda su pericia, advierte que no es conviene una confrontación con el gigante asiático.

Su más reciente libro, Liderazgo, seis estudios sobre estrategia mundial (2022), aborda los casos de Konrad Adenauer, Charles de Gaulle, Richard Nixon, Anwar Sadat, Lee Kuan Yew y Margaret Tacher. Nos dice que "las instituciones necesitan liderazgo para ayudar a las personas a ir desde donde están a donde nunca han estado y, a veces, a donde apenas imaginan que pueden llegar. Sin liderazgo, las instituciones pierden el rumbo y las naciones se exponen a una irrelevancia cada vez mayor, y en última instancia, al desastre".

Pragmático, regresa al punto del argumento: "Estas páginas tratan de líderes que en la infinita disputa entre lo deseado y lo inevitable, comprendieron que es la agencia humana lo que convierte en inevitable aquello que parece serlo. Son importantes porque fueron más allá de las circunstancias que heredaron, y así llevaron a sus sociedades hasta la frontera de lo posible".

Destaca el papel del presidente Richard Nixon, quien sacó una lección de su experiencia en la Segunda Guerra mundial: "su país debía desempeñar un papel más importante en el orden mundial que nacía entonces. A pesar de ser el único presidente estadounidense que ha dimitido de su cargo, entre 1969 y 1979, modificó las tensiones existentes entre las superpotencias en lo peor de la Guerra Fría, y sacó a Estados Unidos de la guerra de Vietnam. De paso, situó la política exterior estadounidense en una posición global y constructiva, abriendo las relaciones con China, iniciando un proceso de paz que transformaría Oriente Próximo y haciendo hincapié en un concepto de orden mundial basado en el equilibrio".

Otro libro reciente e inquietante, La era de la Inteligencia Artificial (2021), expresa serios cuestionamientos al impacto tecnológico y el futuro de las sociedades. Por momentos, da la impresión que Skynet (en Terminator), no es ciencia ficción. El texto está escrito con el ex director de Google, Eric Schmidt, y el decano del MIT, Daniel Huttenlocher. Aquí paramos, con las luces y sombras de un hombre centenario.

30 de mayo El Siglo

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jueves, 18 de mayo de 2023

El espejo chileno


 

Sin duda, la prisa es mala consejera. No basta la voluntad o el querer hacer rápido, para atender adecuadamente. Por el contrario, la rapidez se puede volver perjudicial. Al igual que otros ámbitos, esa sentencia se nota mucho en la política. En alguna ocasión, un cándido mandatario, se propuso arreglar un problema profundo en quince minutos. Por supuesto, no arregló nada. Llegar al poder a correr, con afán de cambiar las cosas en un santiamén, puede volverse el camino seguro para la inmovilidad. Es cierto, hay circunstancias que ayudan a un proyecto, la hechura de una obra o ciertos cambios en las instituciones. No obstante, la política es un arte que demanda paciencia: el arte de lo posible. Por lo mismo, no por llegar muy votado, un gobernante, puede hacer todo lo que se propone, incluso sí es benéfico para los gobernados. Veámonos en el espejo chileno. Ahí, llegó Gabriel Boric con gran fuerza. El joven presidente despertó la esperanza de los chilenos y obtuvo el 55% de los votos. Asumió el poder en marzo de 2021, e inmediatamente se propuso un cambio monumental: hacer una nueva constitución. De esa manera, conformó un grupo para redactar la Carta Magna, a fin de sustituir la constitución de 1980, que heredó el régimen militar de Augusto Pinochet. La prisa con que se abrió el proceso, generó expectativas y también muchas dudas. Pero en el gobierno pesa lo que se hace, no lo que se va hacer. De esa manera, se empeñó en el ambicioso proyecto para dar lugar a una democracia paritaria, donde las mujeres ocupen el cincuenta por ciento de los cargos públicos. Asimismo, se propuso reconocer a los indígenas y definir a Chile como Estado plurinacional e intercultural. En materia legislativa, propuso reformar las cámaras y desaparecer el senado. Sobre el agua, proyectó reconocer un bien "inapropiable". Tema espinoso, incluyó el aborto en la propuesta.

Entre tanto, una cosa es cambiar la calle o hacer una carretera. Otra muy distinta renovar el andamiaje del viejo sistema político, lleno de vericuetos, intereses, actores y callejones sin salida. No se enfrentó a uno, sino a varios minotauros. En septiembre, es decir, a los seis meses de asumir la presidencia, sometió el proyecto de la nueva constitución a plebiscito. La respuesta de los ciudadanos fue un rotundo rechazo. 62 por ciento se manifestó en contra. Para Edmund Burke, el brillante pensador irlandés, los cambios trascendentes emanan de genuinas necesidades. A él no le gustaban los cambios, y muchos menos la revolución. Su pensamiento político se muestra receloso de aquellos que pretende barrer la tradición. Hoy diríamos, instituciones. Por lo mismo, en los asuntos públicos, más valen pequeños cambios; uno a uno, que grandes intenciones fracasadas.

Tras el tremendo rechazo a la nueva constitución, el impaciente gobernante, dejó mal sabor de boca y abrió la puerta, a una tendencia diametralmente opuesta a su gobierno. El pasado 7 de mayo, durante las elecciones de concejales, la derecha logró un triunfo amplio, a la cabeza de José Antonio Kast, el líder radical cargado a la extrema derecha. No lo oculta, ni tampoco suaviza su discurso sobre la familia, patria y seguridad. Es decir, la torpeza de un gobierno puede sembrar su caída. En los últimos años, Kast ganó apoyo, y se perfila como el competidor serio de la izquierda. Aunque desestima los vínculos familiares, su padre, Michael Kast, fue un refugiado nazi en Chile, y él mismo, ha reafirmado su afinidad con Pinochet. Sobre aviso, no hay engaño. 

Sin embargo, las democracias no son estados idílicos. Hay tensión, disputa, pluralidad. Los franceses lo saben bien. El presidente Emmanuel Macron recetó una reforma al sistema de pensiones, y aumentó los años laborables de 62 a 64. No buscó apoyo, ni tampoco consultó, sencillamente ejerció el poder contra los ciudadanos. Rápido emitió el decreto. Por supuesto, la respuesta provocó manifestaciones en las calles y hasta enfrentamientos violentos. La impopular reforma socializa los costos de las empresas para los trabajadores, y de paso, impulsa una tendencia cada vez creciente, donde la ultraderecha espera sumar más lugares en las siguientes elecciones. En ese sentido, Marine Le Pen, líder de la extrema derecha, es la principal beneficiaria de la estocada de Macron a los ciudadanos. Incluso, en las democracias más consolidadas, se contraponen los derechos sociales a los intereses privados. Esa tensión abre la puerta a los extremos. Lo que sigue, no es difícil imaginarlo.

El Siglo 

16 de mayo 2023

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martes, 2 de mayo de 2023

El triunfo del corrido

 

Peso Pluma


La música lo dice todo. Es lenguaje universal y en muchos sentidos, puede representar una época. De esa manera, ciertos acordes y sonidos definen nuestros tiempos. La música que ayer fue vituperada, hoy se gana el gusto internacional. Desde tradiciones a la manera del romance español, el corrido tiene sus orígenes en el siglo XIX, pero fue hasta la revolución mexicana, cuando ese estilo irrumpió el gusto musical. Cantar historias es muy antiguo, tanto de las hazañas de hombres y mujeres, o momentos decisivos en algún lugar. Otros corridos celebraron a bandidos o resaltaron moralejas. A Rosita Alvírez su mamá se lo decía: Hija, esta noche no sales. Mamá no tengo la culpa que a mí me gusten los bailes. De Heraclio Bernal a Pancho Villa, el corrido forjó el gusto musical de varias generaciones, sobre todo, reflejaron los tiempos revolucionarios. Tales canciones fueron toda una épica y lírica memorables. ¿Quién no se sabe La Cucaracha?  ¿Quién no cantó La Adelita? Al paso de las décadas, el género decayó y el gusto cambió. Otras formas surgieron y el corrido continuó en menor grado, casi en la orilla, hasta volverse marginal. Pero nuevos tiempos vinieron, y entonces los intérpretes actualizaron las gestas de otros hombres que igualmente expusieron la vida hasta el límite. Migrantes, bandidos y narcotraficantes. No es casualidad. Hacia 1968 los jovencísimos hermanos Hernández, originarios de Mocorito, Sinaloa, formaron Los Tigres del Norte. Al igual que tantos mexicanos, tuvieron que migrar a los Estados Unidos, y de ahí, conquistaron con su música a México. Los Tigres continuaron la forma tradicional del corrido y su temática cambió a los héroes revolucionarios, por pistoleros, narcos y sufridos migrantes en el otro lado. En la misma ruta, una voz excepcional surgió en Culiacán: Chalino Sánchez, 1960. Igualmente, fue a los “Yunaites” para conquistar México. Chalino se hizo famoso no sólo por consolidar el género de los narcorridos bajo demanda expresa, sino por ser él mismo, objeto de ataques violentos. En Coachella sobrevivió a una balacera, lo cual catapultó más su fama. Su vida parece sacada del western No Country for Old Men, con locaciones en California y México. Después de un concierto en Culiacán, el 15 de mayo de 1992, recibió una amenaza. En plena actuación se detuvo a leer el ultimátum, secó el sudor de la frente y continuó cantando esa joya que es Alma enamorada. Al día siguiente fue asesinado. Durante los años de la mal llamada “guerra contra el narco”, el entonces presidente de la República, ahora autoexiliado en España, condenó los corridos por hacer apología del crimen. De igual manera, varios gobiernos estatales, emitieron inútiles leyes para prohibirlos, en particular los que se refieren a narcos y criminales. Sin embargo, esa condena, asumió el dudoso supuesto de que una cosa lleva a la otra, como si de manera causal, escuchar narcocorridos resultara en futuros criminales. El argumento raya en el absurdo. Sería dar por cierto que, durante la revolución, cantar corridos en las calles provocó que surgieran revolucionarios. En realidad, el género sólo refleja los tiempos y su entorno. Si hay narcos, armas, alardes machistas, amores y demás, no es por mera fabulación, sino por algo que emana de la realidad misma. Guste o no, la música es un espejo de la sociedad. Los temas y las representaciones de los corridos actuales pueden indignar a las buenas conciencias, no obstante, son alegoría de lo social. Actualmente el corrido vive una tercera temporada con subgéneros de tumbados y bélicos. Odiados por unos, despreciados por otros, y queridos por una inmensa mayoría. Esta oleada es sumamente exitosa e internacional. Llevó la expresión a otro nivel. Nuevos cantantes, algunos muy jóvenes, innovaciones y mezclas de estilos: hip hop, trap y reggaetón. Más todavía, cantantes y compositores como Natanael Cano, Peso Pluma (Hassan Kabande Laija) o Víctor Cibrian (En el radio un cochinero…), expresan un estilo cercano al rap, por el ritmo, el tono y las letras, pero sin perder la raíz de la tradición. La fusión de estilos y letras explícitas, rompen con la armonía y le dan un nuevo curso al corrido. Hay que decirlo claramente, no sólo cantan al narco, también tratan los clásicos temas que se repiten en la música. ¿Cuánto va a durar la ola? No lo sabemos, pero sin duda, los nuevos exponentes llevaron muy lejos al género, hasta el punto que los anónimos músicos del XIX nunca imaginaron. Y ahora sí, vuela, vuela palomita.

El Siglo

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miércoles, 19 de abril de 2023

Debate


Debate en el Teatro Nazas

 

El debate sí tuvo sabor. Pasó de todo: señalamientos, críticas, propuestas, risas, chiflidos y abucheos. Hasta ahí, nada fuera de lo normal. Es aburrida una discusión donde las partes piensan lo mismo, o peor todavía, donde surgen monólogos. El debate del domingo 16 de abril en el Teatro Nazas, fue buen escenario para conocer los perfiles de los candidatos y sus propuestas, rumbo a las elecciones de gobernador en Coahuila. Desde las inmediaciones del teatro, ya se calentaban los ánimos a favor de los candidatos. Los equipos de campaña tomaron cada uno sus espacios con tamboras, bocinas, templetes y banderas. Unos por la Valdés Carrillo, otros por la Morelos y la Cepeda. A unas cuadras del foro, el ambiente previo fue festivo y anunció una guerra simbólica, como son las elecciones. Por lo mismo, los debates son la sal y pimienta de las contiendas.

Manolo Jiménez, de la Alianza PAN-PRI-PRD mantuvo su lugar, se plegó al guion y no cayó en las provocaciones constantes de los candidatos de Morena y PT. Consciente de liderar las encuestas, procuró cuidar su espacio y concentrarse en las propuestas. Sin embargo, sorprendieron los filosos cuestionamientos que hizo la periodista y moderadora, Sandra Romandía. Ya me imagino la reprimenda del poder a los consejeros electorales afines al PRI. De apretarlo un poco más, la moderadora lo habría sacado de sus casillas.

Sobre ese punto, fue positivo que los moderadores Javier Solórzano y Romandía no fuera floreros, sino actores del mismo debate. Una y otra vez regresaron a los candidatos al tema de las preguntas, cuando estos se iban por la tangente. Aunque las respuestas fueron variopintas.

Por su parte, Ricardo Mejía del PT, arrancó con la espada desenvainada. Cuestionó fuerte y duro, en especial a Armando Guadiana, pero también a Jiménez. Se proclamó como el bueno de la 4T. Su propósito es alcanzar al segundo lugar, por lo tanto, concentró las baterías en Guadiana. El mensaje fue estructurado y logró polemizar, sobre todo, en el papel de los policías, lo cual rayó en la denuncia.

Más allá del sombrero de Guadiana, la imagen del candidato de Morena, quedó a deber. Su discurso fue disperso y desparpajado. Bien haría su equipo de campaña, en ayudarlo con enumerarle del uno al diez, las propuestas. Se veía cansado y distraído. Ni siquiera pudo recordar el año de la denuncia que presentó contra la deuda. Tampoco le salió el chiste. Eso sí, por momentos, su estilo campechano provocó risas en el público. En esos menesteres, el lenguaje corporal lo dice todo. Los ademanes y aspavientos que hizo contra Mejía, mostraron su tirria al candidato que le resta puntos. Ni siquiera lo nombró, sólo lo señaló desdeñoso con las manos. Dicha disputa, abona al candidato de la Alianza.

Lenin Pérez, candidato de UDC y Verde, se expresó bien y claro, tiene propuestas, pero su lugar en las elecciones está destinado a un raquítico e insuficiente porcentaje. Dicho en otras palabras, no pinta, y él lo sabe. Aunque su candidatura solitaria en algo suma al poder.

Por momentos, el público en el debate no respetó la regla del silencio, e irrumpió en varias ocasiones con risas, siseos, abucheos y porras a los candidatos. Habrá quien repruebe esas manifestaciones, pero sin duda, son inherentes a la política misma. Durante las campañas las pasiones están a flor de piel. A ratos, el Nazas fue auténtico teatro político gracias a la intervención del público asistente. Su participación terminó de sazonar el debate. Por puesto, las reacciones del público y el golpeteo entre los candidatos, no es muy diferente de lo que se vive en las contiendas democráticas de otros países. Tampoco es muy diferente a lo que sucede en los debates de cámaras y parlamentos. Hasta los más correctos y elegantes británicos, desbordan las pasiones en los debates públicos.

Otro momento que suscitó tremendo abucheo, fue cuando el candidato de la Alianza, afirmó que el moreirato no existe. La reacción del público fue al unísono. Hay que decirlo con todas sus letras, elecciones van y vienen, pero la nefasta herencia de los hermanos sigue ahí: el elefante en la sala.

En las próximas semanas la temperatura de las campañas subirá, ya veremos si se mueven las preferencias o todo se mantiene igual. Por lo pronto, no adelantemos vísperas.

El Siglo, 18 de abril 2023

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martes, 4 de abril de 2023

Corrección política

 



Más allá de la tecnología, lo que va del siglo XXI puede caracterizarse como el siglo de la corrección política. Una palabra, un gesto, o una opinión pueden ser motivo de linchamiento. Para el caso, no importan los argumentos, sino las reacciones por aquello que se considera "correcto", así sea absurdo o visiblemente contradictorio.

Ortega y Gasset consideraron que vivimos bajo el brutal imperio de las masas. En su versión actualizada, se impone la tiranía del "pensamiento" políticamente correcto. Bajo ese supuesto, hasta la más célebre obra de arte es equiparada con pornografía. ¡Toda una obscenidad!

A la magnificencia de los murales de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, repleta de desnudos, sobrevino la corrección del Papa Pío IV, quien mandó tapar los rabos en 1564. Algo similar sucedió después con las esculturas que pueblan el Vaticano. Para evitar los genitales expuestos, se añadieron hojas de parra e higueras. Hasta la fecha, los curiosos pueden apreciar las hojas en los cuerpos. Sin embargo, la historia no deja de ser irónica. Un buen día, el duque de la Toscana regaló a la reina Victoria, una copia del David en 1857. Según la leyenda, la enorme pieza sorprendió por su entera desnudez a la reina, quien mandó tapar la pudenda parte expuesta con una hoja de parra. Quizá la anécdota nos resulta graciosa, pero muestra la mentalidad de la época victoriana, en relación a los cuerpos y el sexo. Con razón, en su famosa historia de la sexualidad, el filósofo francés Michel Foucault, se preguntó si después de esos dos largos siglos estaremos ya liberados de aquella moral.

A veces las cosas no cambian mucho y prevalece la corrección, a fin de conseguir un jugoso trato económico. De esa manera, en 2016 se repite la historia. La visita del mandatario iraní a Roma, llevó a las autoridades italianas, a cubrir los desnudos en varias salas donde pasó el gobernante. Se preparan unos plafones blancos para cubrir las esculturas, a fin de evitar las escenas de pudor. Por entonces se dijo que fue una forma de respeto a la cultura y sensibilidad. Así el eufemismo.

Como obra extraordinaria, el David continúa conmoviendo. Al ver esa pieza, uno se queda boquiabierto. Frente al mármol, tratamos de imaginar la maestría y perfección del artista para dar vida a la roca. Filas y filas abarrotan la sala. Siglos después, su presencia nos asombra.

Hace unas semanas, en una escuela de la capital del estado de Florida, Tallahassee, la maestra Hope Carrasquilla, se vio obligada a renunciar. La causa: mostrar a los alumnos de sexto grado una imagen del David, dentro la clase de historia del Renacimiento. Algunos padres se quejaron y presionaron a la junta de la escuela para reprender y despedir a la maestra. Según las quejas, los padres asociaron la obra clásica a la pornografía. ¡Creo porque es absurdo! La calificación de la obra como obscena, es sin duda, ridícula, pero también muestra una cierta mentalidad en el estado que suelen decidir elecciones para la presidencia de los Estados Unidos. Congruente con esa manifestación, el gobernador Florida, Ron DeSantis, se presenta como guardián moral, frente a los grupos de la diversidad sexual y otros ámbitos a favor de los derechos civiles. El más reciente litigio lo llevó contra el parque de diversiones Disney, por oponerse a la tolerancia hacia dichas minorías. Desde antes, DeSantis promovió una ley para restringir la enseñanza de la educación sexual y la identidad de género. Lejos de ser excepción, las luchas del gobernador lo empujan en sus aspiraciones presidenciales. Ya rebasa a Donald Trump en las encuestas y al grisáceo presidente Joe Biden. Para 2024, no nos extrañe su posible avance electoral. Veamos otra perspectiva. Los amantes y defensores de las armas en Estados Unidos, ya olvidaron la masacre de San Valentín en 2018, cuando en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, de Parkland, Florida, un exalumno de 19 años, mató a 17 personas con un rifle de asalto. El contraste es lapidario, porque allá, las armas no son obscenas, ni objeto relevante de indignación. Quizá convenga decirlo con corrección política: son un derecho que protege la segunda enmienda de la constitución.

El Siglo, 4 de abril 2023

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