viernes, 1 de marzo de 2013

¿Es Lerdo el segundo municipio más violento de México?

Rápido es el camino de la crítica, pero muy lento el de la autocrítica. Con frecuencia encuentro notas críticas e hipercríticas, pero rara vez las encuentro autocríticas. Todavía más, cuando se trata de la crítica a los críticos, el tema es sencillamente intratable, o en el mejor de los casos, el silencio domina. No es infrecuente que se reproduzcan notas sin la menor luz crítica, sin la menor verificación. Hace algunos años recuerdo bien el caso de un medio que consignó al descubridor de varias especies nuevas: ¡un aficionado que superó a la ciencia!

Con ironía, Descartes escribió: el buen sentido es la cosa mejor repartida del mundo. En seguida se propuso un método para pensar, y sobre todo, para dudar. Pero sin dudar, la semana pasada se repitió la nota de que la pequeña ciudad de Lerdo, Durango, es el segundo municipio más violento del país. Sólo por debajo de Acapulco, y por encima de Torreón, que ya es mucho decir, o incluso, por arriba de su vecino Gómez Palacio, qué tanto da de qué hablar. Esa agradable localidad hasta supera ciudad Juárez. ¿Es así? ¿Y de dónde el estigma?

A principios de este mes, el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal AC, que preside José Antonio Ortega, publicó el documento La violencia en los municipios de México 2012. El estudio se basa, a fin de poder comparar los municipios, en la tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes. La medición se construyó con base a la información reportada por las procuradurías de justicia de las entidades federativas al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Asimismo, el método del estudio es adecuado y la operación de los cálculos correcta. Pero entonces, ¿cuál es el problema con Lerdo, si la información del Sistema da esos datos? De acuerdo con el estudio del Consejo, Lerdo tuvo una tasa anual en 2012 de 96.7, ocupando el segundo lugar del ranking nacional de matazón. Pero justo ahí donde está el diablo, ¡hay un detalle! Durante todo el primer semestre de 2012, la Fiscalía de Durango contabilizó los homicidios de Gómez Palacio en Lerdo, como si fueran una sola municipalidad. Visto así, en el registro oficial los muertos de Gómez los cargó Lerdo durante ese periodo del año. 

¿Por qué? Sencillamente la autoridad así lo decidió. Esa mala política de números, derivó en consecuencia, en un mal registro y por lo tanto, en una sobrerepresentación de Lerdo, y una subrepresentación de Gómez. La población de este último municipio es 2.3 veces mayor que la del primero, así que ya se imaginarán el producto a la hora de hacer los cálculos. Insisto, la operación del estudio está bien como recientemente le comuniqué al presidente del Consejo Ciudadano. El problema es del origen de los datos, porque la autoridad mezcló los registros en un mismo costal. El resultado: Lerdo es un monstruo. 

Pero en toda esta historia de distorsiones oficiales (les aseguro que hay muchos más en el país), hay un aspecto positivo. Gracias a la petición ciudadana del Consejo Cívico de las Instituciones Laguna, la Fiscalía de Durango separó a partir del segundo semestre de 2012, el registro de homicidios para cada municipio, dando así una dimensión adecuada al fenómeno delictivo. Incluso, para el 2013, el registro por separado lo mantiene en el corte de enero. Este pequeño gran logro ciudadano, nos aclara que Lerdo, a pesar de las atrocidades recientes, no ocupa el segundo lugar de violencia. Y como en todo, la duda y la verificación no están demás. Si les gustan los números, los cálculos y las estadísticas, vayan a http://www.incidenciadelictiva.secretariadoejecutivo.gob.mx/.

27 de febrero 2012 
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9173598