domingo, 17 de marzo de 2013
Torreón, una ciudad deprimida
Como las personas, también las ciudades se deprimen. Hay un estado de ánimo colectivo que se siente, se percibe, se respira. Imposible no notarlo en una ciudad como Torreón, donde 7 de cada 10 identifican, hablan y padecen un problema: la violencia. Pero el padecimiento no es nuevo, sino crónico. Lleva años y de alguna triste manera nos hemos acostumbrado. Por lo mismo, ya ni me extrañó que en el recién publicado estudio, Ranking de Felicidad en México 2012, Torreón ocupó el lugar 99 de 100. No deja de ser sintomático, pero ya es hora de ir pensando en cómo salir de esto. Nos urge contar otra historia y construir otro futuro. Tomo algunos datos para repensar: 52% se siente orgulloso del municipio. El resto se diluyó. Otro dato preocupante en Torreón son los indicadores de satisfacción con los servicios públicos. Entonces, no todo está en la inseguridad. Sobre la satisfacción del trabajo y la economía mejor no hablamos…
Paradójicamente, los dos primeros lugares de felicidad, los ocuparon municipios norteños. El primero, lo obtuvo Apodaca, Nuevo León. El segundo lo ocupó Lerdo, Durango. Le siguen hasta el décimo lugar de felicidad: Guadalupe, Nuevo León; La Paz, Baja California; Coyoacán, DF; Manzanillo, Colima; Tuxtepec, Oaxaca; Álvaro Obregón, DF; Tlalpan; DF; y Corregidora, Querétaro.
En los últimos años, cada vez más gana terreno la tendencia de incluir en los indicadores, variables como la satisfacción personal y la percepción de felicidad. Entre otras cosas, estas mediciones proponen instrumentar políticas más adecuadas para mejorar el bienestar de las ciudades. El estudio fue auspiciado por la asociación Civil Imagina México, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla.
De acuerdo con los promotores del Ranking de Felicidad, el objetivo fue presentar la primera medición de felicidad para 100 municipios en México, a fin de ofrecer información valiosa para buscar mejorar el bienestar de los mexicanos. Polémico o no, la medición de la felicidad muestra el grado de satisfacción en las ciudades y sobre todo, nos permite encontrar prácticas y condiciones propicias para el bienestar. Por algún lado tendremos que empezar.
3 de marzo 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9173933