Arrancan las campañas y de que aquí hasta el 7 de julio la pelea por el poder. De cierta manera, la renovación de la alcaldía de Torreón, abre alguna esperanza de cambio, de que las cosas puedan ir mejor. Hace cuatro años era “rescatemos Torreón”. Hoy, frente a un nuevo proceso, la misión es rescatar de los rescatadores. Pero en datos duros, la ciudadanía está deprimida por la vorágine de la violencia y la inseguridad. Ese estado de ánimo colectivo no es de hoy ni de ayer, sino de años. Preocupa cuando 6 de cada 10 torreonenses perciben que el 2013 será peor en inseguridad (Politeia 2013) y en las condiciones de la ciudad. También está claro que en esas condiciones no reconocemos liderazgos, ni tampoco actos ejemplares de autoridad. Recuerdo bien las conclusiones de un focus group: ¡los líderes son los jugadores del Santos! Olvídense de los políticos, los empresarios, los religiosos y demás administradores de la fe.
En una circunstancia como la nuestra, de profunda crisis de legitimidad política, ya no digamos de credibilidad, los políticos estarían llamados a una reinvención profunda. A cambio tenemos, una mediocre normalidad. ¿No es así con los ciudadanos? Ahora mismo recuerdo esa obra de Musil: el hombre sin atributos.
¿Qué nos pueden decir los candidatos? Es sintomático que los aspirantes a la alcaldía coincidieron con el “Sí”. Nos dicen que sí pueden, que sí quieren, que sí van a cambiar, que Torreón sí puede ser distinto. Todo es sí. Pero la coincidencia del repetido “sí” busca contrarestar el desánimo, la depresión, la quiebra de seguridad en la que vive la ciudad. Sin embargo, a estas alturas, no pienso que el sí colectivo pueda provenir de los políticos, sino de acciones más básicas de los ciudadanos. Lo cual no significa que los candidatos deban renunciar a cambiar comportamientos. Al fin, para eso son las elecciones y luego el gobierno.
Repaso los cuatro “Sí”, que al final terminarán en dos. Jesús de León, que tiene casi 7 de cada 10 votos internos en el PAN anuncia: “Contigo, Torreón Sí tienen futuro”. La situación de inseguridad crónica, aunado al malestar con la actual administración municipal, demandan a gritos otro futuro. El otro precandidato del PAN, Jorge Zermeño difunde: “A Zermeño Sí le creo”. Por lo tanto, ¿a los otros candidatos no?
Miguel Ángel Riquelme, del PRI: “Por Torreón sí”. Sí, ¿con la actual inercia de cosas? Sí ¿cómo el actual gobierno municipal de su propio partido? Así mejor no. A Riquelme le urge romper, si lo que quiere es darle sentido a ese eslogan entre los electores independientes. Y finalmente, Raúl Sifuentes, del Movimiento ciudadano, otrora líder del actual grupo de poder que gobierna la ciudad, nos dice que “Torreón con Sifuentes Sí”. Sí, pero primero que lo conozcan…
Con tantos sí y buenos deseos para Torreón, ya hasta me voy a sentir optimista de que los vientos van a cambiar. Por lo pronto, la contienda inicia complicada para el PRI; favorable para el PAN por el trabajo del mismo PRI que ya le hizo parte de la campaña. Al final, para los electores, será un simple sí o no.
17 de febrero 2013
Milenio http://laguna.milenio.com/cdb/doc/impreso/9172675