domingo, 31 de marzo de 2013

Pemex para nacionalistas


La próxima batalla reformista del gobierno será en Pemex y después, ¡a subir los impuestos! De esa manera veremos en dos frentes, de qué está hecho el Pacto por México. Por lo pronto ya en el PRD han mostrado desconfianza sobre la reforma en Pemex. Aunque, el antiguo líder moral del perredismo, Cuauhtémoc Cárdenas, se muestra favorable a los cambios.  Aun así, la mancuerna PRI-PAN es suficiente para sacar adelante la reforma energética que no solo se refiere a Pemex, sino al sector en general. 
A sus 75 años, la paraestatal no deja de ser una empresa mítica. Vista así, en el imaginario nacional la empresa de todos los mexicanos es: la gran industria nacional; la enorme riqueza nacional recuperada por Tata Cárdenas de las manos extranjeras; el gran patrimonio de México. Pero también, la otra parte de la empresa es: la fuente perenne de la corrupción; el paraíso de los sindicalistas; el barril sin fondo que infla artificialmente al gobierno. Por eso las descomunales deudas de los estados; el tiradero de millones en proyectos como la Estela de luz. Por eso el financiamiento desmedido a los partidos políticos…
Durante décadas, el suceso de la expropiación petrolera se convirtió en uno e los mitos fundadores del PRI, y en lo sucesivo del viejo sistema político mexicano y la historia nacional. Lázaro Cárdenas, el presidente que promovió la expropiación en 1938, se convirtió en uno de los héroes de bronce en México, y junto a Benito Juárez, en el presidente más aclamado entre los mexicanos. Vayamos al legado. En la mitología nacionalista se dice que “Pemex es de los mexicanos”, pero en realidad la empresa es de un pequeño grupo del sindicato que controla Carlos Romero Deschamps. 
También se dice que Pemex es patrimonio de México, aunque la riqueza petrolera no genere valor público para el país, sino un enorme desperdicio en subsidios, prebendas, recursos para el gasto corriente. Pemex, el pilar del desarrollo… para las campañas presidenciales. ¿Se acuerdan de los 1500 millones? Pero nada más hueco en el aniversario de la expropiación que decir que el petróleo es de los mexicanos, si ni siquiera la empresa acumula un fondo para el futuro o bono adquirible en el mercado de valores. Hacia el futuro, países como Chile, Brasil o Noruega están invirtiendo sus recursos no renovables. En cambio, el líder sindicalista puede regalar a su hijo un modesto auto, un Enzo Ferrari de 25 millones de pesos. En esas condiciones, hablar de la supuesta privatización es irrelevante, pues la empresa ya fue privatizada antes por un pequeño grupo que la usufructa. ¿Dónde quedó entonces la empresa de los mexicanos? Sin duda en el imaginario.
Pero nunca es suficiente con esta generosa empresa pública. En esa distorsión, tenemos que la paraestatal subsidia con unos 200 mil millones de pesos, el mayor programa social del país para mantener gasolinas baratas. Por supuesto, los recursos superan los programas destinados a los pobres, no obstante de la cruzada nacional contra el hambre.
A pesar de las diferencias políticas entre los partidos, no parece haber oposición significativa a la reforma. Vamos, hasta el líder petrolero mejor se acomodó a las órdenes del presidente. No vaya a ser como “La maestra”…
En mucho dependerá el alcance de la propuesta del ejecutivo, su impacto en las reglas del juego, la capacidad para fijar un rumbo eficiente. En pocas palabras: un depurar el nacionalismo.