En
un célebre pasaje del libro más popular, se lee: “Porque viendo no ven, y
oyendo no oyen, ni entienden”. La sentencia viene al caso por la constante
demanda para crear, o al menos atender debidamente las demandas de la región
Lagunera. Ya sea a través de firmas, como en su momento lo hizo notablemente la
asociación ELLA, que juntó más de 400 mil en apoyo a la creación del Estado de
La Laguna. Ya sea a través de debates públicos, artículos o publicaciones, el
tema sigue latente, aunque los políticos prefieran ignorar. Al respecto, Jorge
Torres Castillo, acaba de publicar el libro, Pulso de La Laguna y de México
(2016, 239 páginas, prólogo de Porfirio Muñoz Ledo). Precisamente, el protagonista de libro es la
región lagunera, sus problemáticas y la constante demanda por hacer una nueva
entidad federativa.
Torres
Castillo es promotor del Estado de La Laguna, pero su simpatía y activismo
hacia la causa, no lo llevan únicamente a quedarse con la denuncia del
abandono, sino ofrece un análisis puntual, explora el camino legal para la
constitución del estado, e incluso, describe una estrategia para su creación. Lo
relevante de su posición, es que proviene de un actor político que está en la
política, y dicho sea de paso, goza de notable prestigio social.
Escuchemos
al autor: “Al paso de los años me sedujo la política que se convirtió en mi
pasión y en el centro de mis aspiraciones. En ese caminar descubrí que ésta es
una noble vocación que sirve al hombre y a la sociedad, construye liderazgos,
resuelve conflictos y conduce proyectos que trascienden en el tiempo”.
En
la política, continúa Torres Castillo, “inciden tres factores, la
circunstancia, el talento y la suerte. En ocasiones la suerte rebasa al talento
en más del 50 por ciento por eso es que muchas veces un político exitoso más
que talentoso es un político con suerte. En el político se desarrolla en mayor
medida el instinto de sobrevivencia, la intuición y la capacidad para percibir
el ánimo de los que tienen el poder. Muchos fracasan porque no captan las
señales, porque no saben agacharse o porque no saben leer las reglas ni los
ciclos de la política”.
Doblemente
apreciamos la palabras de este libro, porque su autor, lejos de ser solamente
un observador, es un actor en acción. Las páginas de Pulso de La Laguna y de México refieren a un
escritor comprometido e inconforme con el estado de cosas.
Por
lo mismo, como lectores, apreciamos que no se trata de un simple análisis que
proviene del escritorio. Sobre todo, es una propuesta que busca mejores vías
para el desarrollo regional.
El
libro está dividido en cinco partes: Estrategia para unir a La Laguna; Una
salida del abandono; La Laguna en los comicios de Durango; La crisis en México;
y Obra Gráfica. Éste último capítulo es
un plus que tiene la publicación, porque incorpora acertadamente, obra gráfica
de los artistas Miguel Canseco, Román Eguía y Guillermo Colmenero.
De
cierta manera uno escribe para no quedarse callado, para inconformarse ante la
realidad, que bien puede ser otra. De esa forma, en pocas palabras, Torres
Castillo resume qué nos une y qué nos divide.
Cito brevemente: “A los laguneros nos une la geografía en un región, pero
nos divide la Constitución de los dos Estados que la conforman”. ¿Y qué dicen los gobernadores de Durango y
Coahuila? Silencio. Prefieren dividir, ignorar o dejar que las cosas pasen,
como lo han hecho hasta ahora. Por lo
mismo, el autor nos inquieta cuando plantea que “La Laguna no logra
reconciliarse con sus orígenes. Cíclicamente resurge la demanda del Estado de
La Laguna por el trato diferenciado que siempre le han dado los gobiernos
estatales de Coahuila y Durango, pero lo grave es que los gobernadores no
presentan alternativas de coordinación regional no solo en materia de
seguridad, sino en servicios, en legislación y en general en el desarrollo
integral de la Comarca con la intervención del gobierno federal”.
Pulso
de La Laguna y de México se mueve entre el análisis político, la historia
regional, y lo que más aprecié de sus páginas, nos ofrece la propia experiencia
política del autor. Para el crítico lo más fácil es señalar, pero lo más
importante para el político, es hacer. No hacer para sí mismo, sino para los
demás. ¡Cuánta falta nos hacen actores
que representen a la comunidad!
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Nos
vemos en Twitter, @uncuadros
10 de agosto 2016El Siglo
https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1251595.pulso-de-la-laguna-y-de-mexico.html