Se
quedaron cortos con el recorte. Sólo 239 mil 700 millones de pesos. Por más
tijera que metieron al presupuesto, el gobierno federal sigue siendo obeso y
esclerótico. Por si fuera poco, quiere seguir comiendo azúcar como un
adolescente, pese al cuadro de diabetes que ya presenta. ¿Les suena conocido?
Los ingresos que tenían las fianzas públicas por la venta de petróleo, cayeron
estrepitosamente. Incluso, como en los viejos tiempos, casi la mitad del
presupuesto llegó a depender de esa entrada. A golpe de precios bajos, las
finanzas se han despetrolizado, no obstante, lejos de adaptarnos a la realidad
financiera, hemos recurrido nuevamente a la deuda. Cada año fuimos a pedir como
un alcohólico irredento. Por aquello de la última y nos vamos, esta vez no fue
la excepción.
Acostumbrados
al dinero fácil del petróleo, la administración de Peña Nieto llegó
endeudándose duro. De antemano se pensó que con la reforma energética,
ingresaría dinero a raudales… pero al final, nos quedamos sin dinero, y con
energéticos más caros. El gas, la gasolina. Hasta los economistas lo saben.
El
fantasma de López Portillo nos ronda. ¿Dónde quedaron las duras lecciones del
pasado? Ya nadie las recuerda, al menos no es Hacienda. La deuda ya supera los
50 puntos porcentuales del PIB. ¿Qué significa esto? El tamaño del boquete en
las finanzas públicas es el que más recursos consume en toda la administración
federal. Casi dos veces el presupuesto que se destina a educación. Dicho de
otro manera, el mayor dinero que destinará el gobierno federal para el 2017, no
será para educar a los jóvenes, tampoco será para ofrecer mayor seguridad, o siquiera
mejorar los servicios de salud. Mucho menos, para invertir más en infraestructura.
La mayoría del dinero va a destinarse a ese barril sin fondo llamado deuda. De
ese tamaño es el desbalance y la imprudencia financiera. Hace tiempo que la
Secretaría de Hacienda, con el ahora defenestrado Luis Videgaray, rompió la
regla de oro en el cuidado de los dineros públicos. De esa manera, la política
es sencilla: la deuda crece y crece irresponsablemente. Para el caso, diría un
celebérrimo cantante: ¿A dónde vamos a parar?
Con
todo, la llegada de José Antonio Meade es un buena noticia, sin duda, una
persona seria y adecuada para el cargo. Ojalá que para el cierre del sexenio se
dedique, no a la sucesión presidencial, —donde el PRI ya tiene asegurado el
tercer lugar—, sino a cuidar celosamente la estabilidad económica para el fin
de sexenio.
Al
principio del texto comenté que se quedaron cortos con el recorte. Por supuesto,
al Congreso ni lo tocan. Por si fuera poco, todavía se atrevieron a pedir un
“pequeño” aumento. A pesar de que no habrá elecciones, el INE nos costará una
millonada… y todo para complacer las ilegalidades de los partidos políticos y
una megaconstrucción para su sede: Inelandia.
15 mil 371 millones de pesos para lo electoral. En esa bolsa, a los partidos nadie
los toca ni con el pétalo de una rosa. Entre los recortes del presupuesto, los
alcaldes con aspiraciones electorales, están muy tristes y preocupados porque
desaparece el Programa de Prevención del Delito. A menos que lo resuciten de
última hora, el dinero para prevenir el delito, afectará la operación electoral
en las calles. ¿Y cómo les irá a los estados? Para unos la ley, para otros la
justicia. Eruviel Ávila, el consentido virrey del Estado de México, le fue bien
con el presupuesto. El PRI en el poder ni la disimula. Por lo tanto, cómo se nota que habrá elecciones el próximo
año. En cambio, Nuevo León, será castigado. Con el dinero, el gobierno federal
encontró la fórmula para proteger al exgobernador Rodrigo Medina, a quien el
Bronco, ahora manso, nomás no puede llamar a cuentas. El dilema para el gobernador independiente,
Jaime Rodríguez, es claro. Dejas a Medina, o te quitamos el dinero. Coahuila,
un estado adicto a la deuda, hasta logró incrementos. Desde la Cámara, gritaron
los diputados: ¡todo sea por las elecciones! Con tanta deuda, más vale que nos
vayamos abrochando los cinturones.
14 de septiembre 2016El Siglo https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1262503.mas-deuda-abrochense-los-cinturones.html